PURIM
Se recomienda leer todo el libro de Ester.
Purim viene de la palabra “acadia” = juego de dados.
Leer Deuteronomio 25:19, 1 Samuel todo el capítulo 15, Éxodo 17 verso 8 al 16.
Ahora ¿de dónde provienen los amalecitas?
Amalec fue hijo de Elifaz y nieto de Esaú (Génesis 36:12 y 16).
Al ser descendencia de la casa de Israel, nos toca celebrarlo (Jeremías 23:7 y 8)
Hamán el malvado ofreció al rey Asuero acrecentar sus tesoros por medio de diez mil
monedas de plata que le entregaría a cambio de deshacerse de los judíos del reino.
Hamán tenía miedo de que el rey Asuero se rehusara a perder el impuesto judío, si se
llegaba a exterminar al pueblo. Para evitar esta objeción por parte del rey, Hamán estuvo
dispuesto a hacer esta sustanciosa oferta monetaria, para tranquilizarlo.
En Ester Capítulo 3 verso 8 el original dice “Pueblo disperso y dividido”. Cuando hay
división y un odio injustificado dentro de la nación judía, sus enemigos tienen capacidad
de dañarlos. Cuando hay desunión representan solo a individuos y no a una comunidad.
Así se desvanece su fuerza.
El plan de Hamán estaba basado específicamente en la división del pueblo judío.
Nuestra fuerza está en YHWH y al guardar la Torah radica en reconocer que cada uno
necesita a su prójimo y que debemos poner a un lado nuestras diferencias, a menudo
insignificantes para poder unirnos y ser uno.
Esta es la fuerza que finalmente salvó al pueblo judío, así que decidieron hacer a un lado
las diferencias y convertirse en una sola entidad.
Los milagros solo son realizados por YHWH cuando se requieren. La persona que es
creyente debido solamente a los milagros, solo tiene tonterías en su corazón.
Los milagros no son necesarios para alcanzar una fe sólida y bien fundada. Muchos
siempre quieren: “bombos y platillos”, para creer en el Elohim viviente. En muchos ni
siquiera la experiencia de los más grandes milagros, generan un cambio hacia la santidad.
El Eterno permite que ocupemos ciertas posiciones en el mundo con un fin: ver Ester 4:12-
14.
Por lo tanto no importa cuántas tribulaciones pasemos: cuantos faraones, Hamans,
Hitlers, Husseins, lleguen a existir: el pacto en Isaías 59 verso 21 garantiza la existencia del
pueblo de Israel.
Así que nosotros por un lado y por otro lado Hamán y los que comulgan con sus ideas. El
destino que Hamán planeó para Israel se volteó en contra suya y de sus secuaces.
Por lo tanto negamos que exista algún lugar por más lejano que esté, donde la presencia
divina no pueda entrar, habitar y santificar.
POR: ROEH DR. JAVIER PALACIOS CELORIO
KEHILA MESIANICA GOZO Y PAZ MÉXICO.
https://youtu.be/uYinlwd09Qw?t=13
https://youtu.be/uYinlwd09Qw?t=13
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