21 nov 2019

El caballo negro

HAMBRE , POEMA

El caballo negro  


Ruth Johnson


16 DE NOVIEMBRE DE 2019 11:51
A.M.

El Señor me ha estado presionando para que presente al que tiene el caballo negro, parece significativo ahora, ¿es hora de almacenar comida?
Mi oración
Oh, mi Señor Jehová,
inclina tu oído
a tu siervo,
sé que estás cerca.
¡Lloro de corazón hambriento!
¡No sé por donde comenzar!
Por favor libera mi mente!
¡No me dejes atrás!
Hagas lo que hagas,
llévame contigo!
Me estoy distrayendo, los
demonios se sienten atraídos
por personas como yo,
que anhela ser libre.
No soy el único que
anhela el sol real, los
prados del bosque, las
abejas zumbantes, los
arroyos perezosos,
sin miradas sucias.
¡Los fuegos, mi señor!
La pura devastación!
El terror, la impotencia
Pronto para agarrar a la nación!
¡No solo mío, sino todo!
¡Oh, mi señor, escucha mi llamado!
Sé que dices que me protegerás,
pero ¿qué pasa con ellos?
Oh, querida hija,
he escuchado tu grito,
sé que no te preguntas por qué.
Debe hacerse
Para ganar el sol
YO SOY
Quien trae la lluvia.
¡Oh, mi Señor! Sé estas cosas.
Estás diciendo la verdad. ¡
Pero me siento muy mal por ellas!
Qué van a hacer?
Los unos salvarán a los demás, las
hermanas y los hermanos,
ilesos, sin jaulas, ¡
una cosecha como ninguna otra!
La comida es escasa allí en la tierra,
el caballo negro
ha apretado su circunferencia.
No dañes el aceite de oliva
y el vino.
Es tiempo
Habla, hija mía.
¡Oh mi precioso padre!
No sé por qué te molestas
con gente como yo.
Pienso en malos pensamientos
sobre mi prójimo,
soy franco y de mal genio, ¡
como si estuviera corriendo por la tierra!
Anhelo frenar, Señor,
anhelo oírte,
El Espíritu se está acelerando
Haciendo las cosas claras.
¡Anhelo verte, Señor,
en todo lo que hago, y nunca perderte
y desviarte del miedo!
Oh, hija Mía, no tengas miedo,
te necesito ahora mismo
para ser muy valiente.
Sé que lo estás, solo
te estás desmoronando,
has hecho que tu carga sea pesada.
Debes dejarla.
¡Necesitas traer
canto y alegría!
Alégrate ante mi venida
¡Aleja la tristeza!
SOY consciente de tu hambre
Te amo mucho.
¡Y no, no beberás de
su taza de estiércol!
Gracias, mi Señor,
en el nombre de Jesús.
Amén.
Apocalipsis 6: 5-6, 17: 4
Mateo 11: 25-29
Lucas 21: 25-28

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